Las mejores heladerías de Palma

¿Estás buscando la mejor heladería de Palma? En Palma puedes encontrar decenas de heladerías así que te vamos a ayudar a encontrar las 3 mejores a las que van los mallorquines. Tienen los mejores helados y productos caseros muy buenos. No te las puedes perder.

Plaça del Rosario, 4 – Palma
Si quieres probar el mejor helado de Palma, Gelateria Rosario es el lugar al que tienes que ir. Esta tienda tiene los helados y sorbetes artesanales más singulares que encontrarás en la isla. Los creadores de esta maravilla se remontan a 1979, ubicados en un pequeño pueblo llamado Andratx, que también es una parada obligada durante tu estancia en Mallorca, y llevan años proporcionando pura felicidad a quienes prueban sus productos.

El local, muy bien situado, a tan sólo 5 cinco minutos de la Catedral de Palma y del Paseo del Borne, te permitirá disfrutar de la ciudad mientras refrescas tu paladar con alguna de las numerosas opciones que el establecimiento pone a tu disposición. La decisión más difícil será qué sabor elegir ese día. Entre las deliciosas opciones, encontrarás sabores como Pistacho (D.O. Sicilia), Almendra (D.O. Mallorca), Avellana (D.O. Piamonte), Fresa, Stracciatella (D.O. Madagascar), Brownie y muchos más. En Gelateria Rosario no sólo encontrarás los mejores helados y sorbetes, sino que también podrás probar unas impresionantes galletas caseras y refrescarte con alguna bebida de tu preferencia (agua, zumos, café, etc.). Si visitas Palma, no puedes perderte esta heladería.

Esta emblemática heladería de Palma se fundó en el año 1989, y se encuentra en una zona muy famosa de la ciudad, cerca de la calle Jaume III, por lo que es fácil toparse con el local mientras se pasea por la ciudad. Los helados son elaborados con productos 100% naturales y locales, ya que el objetivo primordial de la empresa es mantener la calidad más elevada posible. Los actuales propietarios, descendientes del creador original Miquel Solivellas, explican que el secreto del éxito es mantener los mismos proveedores con los que empezó M. Solivellas: leche fresca de Agama, que llega cada mañana, naranjas y limones de la Cooperativa de Sant Bartomeu de Sóller, figues de moro de Porreres y fresas de Frespi, Sa Pobla. En esta tienda, es posible que se pierda intentando recorrer los diferentes sabores que se pueden encontrar durante todo el año.

Este establecimiento tiene una historia única, que hará que te enamores por completo del lugar. A finales del siglo XVII, un hombre llamado Joan decidió subir a las montañas mallorquinas a recoger nieve, y con la ayuda de un grupo de hombres fuertes, llamados los «nevaters» o los «muñecos de nieve» y unos burros para transportar unos recipientes metálicos llenos de nieve, volvió a la ciudad y mezcló la nieve con zumos de frutas. Quizá podamos decir que este hombre fue el precursor de los helados actuales. El sabor más famoso es el helado de almendra, ya que este fruto seco se produce aquí, en la isla. Aunque el establecimiento no ofrece tantas opciones como los demás, siguen siendo buenos. Es una experiencia única en la vida.